I will use a couple of quotes from Daniel Pennac's book Como una novela to summarise what I have come up with as an answer:
El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo "amar"..., el verbo "soñar"...If that wasn't clear enough:
Claro que siempre se puede intentar. Adelante: ¡Ámame! ¡Sueña! ¡Lee! ¡Lee! ¡Pero lee de una vez, te ordeno que leas, caramba!
Sin saberlo, descubríamos una de las funciones esenciales del cuento, y, más ampliamente, del arte en general, que consiste en imponer una tregua al combate de los hombres.
El amor adquiría allí una piel nueva.
Era gratuito.
Gratuito. Así es como él lo entendía. Un regalo. Un momento fuera de los momentos. Incondicional. [...]
Como precio de este viaje, no se le pedía nada, ni un céntimo, no se le exigía la menor contrapartida. Ni siquiera era un premio. (¡Ah, los premios..., los premios había que ganárselos!) Aquí, todo ocurría en el país de la gratuidad.
La gratuidad, que es la única moneda del arte.
So that is storytelling, and using stories for educational purposes is something else.
I guess my undergraduate dissertation will deal with the use of stories to teach foreign languages, especially English. What a bummer!
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